El peeling consiste en aplicar productos químicos exfoliantes, regenadores de la piel y combinaciones específicas de ácidos a una determinada concentración, para dotar a la piel de densidad, luminosidad, homogeneidad, calidad, elasticidad, corregir manchas y mejorar cicatrices.
Los peelings permiten recuperar una buena textura y tonalidad de la piel, eliminando las capas externas dañadas de la epidermis. Es recomendable realizarlos con asiduidad, de esta manera preparamos la piel para que se vuelva suave al tacto, luminosa a la vista, permeable a las cremas y activa celularmente.
Dependiendo de la profundidad del peeling conseguimos la renovación de más capas de la piel para corregir imperfecciones. Eliminamos y/o atenuamos poderosamente las manchas e hiperpigmentaciones originadas por los excesos de sol, los desequilibrios hormonales como el melasma y la falta de cuidados.
Lo utilizamos en personas de cualquier edad que notan la piel dañada, ya sea por la exposición solar, el tabaco, la polución de la ciudad o el estrés de la vida diaria. En las épocas de más luz solar se realiza de manera más conservadora, siendo idealmente un tratamiento de otoño/invierno y con más precaución en primavera para preparar la piel para el verano, manteniendo la piel sana, hidratada y renovada celularmente.
Los peelings sucesivos consiguen mejores resultados, ya que con cada sesión la piel está en mejores condiciones y el peeling es más eficaz. Dado que la piel estará algo más sensible, se deberá evitar la exposición solar directa tras el tratamiento, y requerirá de una mayor protección de amplio espectro y cuidados para optimizar y prolongar los resultados.
Disponemos de innovadores peelings de primera calidad y presentes en las mejores clínicas dermatológicas internacionales. Te los explicamos a continuación.