El melasma es causado por una sobreproducción de pigmento o melanina que se acumula en la piel de forma desigual, provocando una hiperpigmentación de la piel del rostro, y se caracteriza por la presencia de manchas de tonalidad marrón, principalmente en frente, mejillas y labio superior. Generalmente, entre las causas que lo pueden producir destacan las alteraciones hormonales, la toma de algunos medicamentos, los embarazos, o los anticonceptivos orales.
Son casos complejos de tratar, y dicha afección no se puede eliminar permanentemente sin unos ciudados y estilos de vida concretos, pero sí lo podremos mejorar de manera muy satisfactoria y en algunos casos eliminar por completo.
Aunque no se limita exclusivamente a este grupo, el melasma es especialmente prevalente en mujeres en edad fértil, particularmente entre los 25 y 45 años, y en un menor número de casos también a los hombres, afectando a la autoestima y la calidad de vida de muchas personas.
Las alteraciones pigmentarias son un problema creciente a nivel global; afectan a más del 90% de los adultos mayores de 50 años y son una preocupación relevante independientemente del color de piel, tanto por su afectación estética como por su efecto negativo a nivel psicoemocional y sobre la calidad de vida.
La melanogénesis está influenciada por factores exógenos y endógenos que pueden conducir a una sobreproducción de melanina de forma localizada. Dicho exceso de melanina se traduce en inestéticas manchas melánicas, en la mayoría de los casos, sin trascendencia patológica.
¿Cómo se trata el melasma?
Es importante entender que el melasma es como un iceberg, vemos la parte más superficial pero no la más inferior. El tratamiento del melasma requiere un enfoque multifacético y personalizado, y la elección del protocolo de tratamiento se basa en la severidad de la hiperpigmentación y en las características individuales de la piel del paciente.
Es imprescindible tratarlo en cada una de las profundidades donde está depositado el pigmento. El espectro del melasma puede variar desde formas superficiales hasta profundas, o presentarse como una combinación de ambas.
En Clínica NAAC contamos con nuestros programas específicos para el tratamiento del melasma y las manchas solares en general, realizados con dos de las mejores plataformas a nivel mundial para el tratamiento de este problema estético. Alma-Q 2.0 y Harmony XL-PRO special edition.
Alma-Q 2.0 un laser premium vascular de Neodimio-YAG 1064nm que con su programa específico para melasma trabaja a cinco profundidades dérmicas diferentes, produciendo una ruptura fotoacústica (no por mecanismos térmicos) de los acúmulos de pigmentos en las diferentes capas de la piel. Por otro lado, Harmony XL-PRO se encarga de las manchas de origen solar.
La laserterapia en sinergia con peelings, cremas despigmentantes, buenas rutinas diarias específicas y en ocasiones medicación, logran producir un blanqueamiento de este tipo de hiperpigmentaciones, cuando son ocasionadas por cambios hormonales o exposición solar.
El manejo del melasma representa un gran reto, con un plan terapéutico en permanente cambio.
Es importante ser conscientes de que el tratamiento es un procedimiento muy complejo, que requerirá de varios meses de tratamiento y un fuerte compromiso del paciente con su seguimiento. Además, será imprescindible una rigurosa fotoprotección diaria y evitar la exposición solar directa.
Es crucial reconocer que el tratamiento combinado de laserterapia y fórmulas despigmentantes no solo apunta a la eliminación de las manchas visibles sino que también se enfoca en atacar el origen del problema al disminuir la síntesis de melanina en las células en todos los estratos de la piel. No obstante, es importante recalcar la importancia de un enfoque integral en el manejo terapéutico del melasma.
No duele, no deja marcas, y el paciente podrá incorporarse a las actividades de su vida diaria de inmediato.